lunes, 10 de diciembre de 2012

Cine Lido primer cine Dominicano.




Como bien es sabido la tecnología ha provocado que muchas personas no visiten las salas de un cine ya que desde la comodidad de su hogar pueden descargar cualquier película que deseen de su computador generando con esto la decadencia en la salas de cine, sobre todo en República Dominicana en donde se empiezan a dar los primeros pasos hacia un mundo prometedor en el séptimo arte por lo que no podemos contribuir con esta practica la cual en nada beneficia al cine.

Mediante el siguiente artículo hablo un poco sobre la historia de las salas de cine en nuestro país como una forma de honrar nuestras tradiciones.

Los primeros cines dominicanos se erradicaron para el 1940, donde dio inicio al Cine Apolo donde se trajo grandes producciones del cine a color y donde se daba cita lo mejor de la sociedad dominicana, un lugar decente y familiar que quedaba en el centro de la ciudad de esa época, administrado por  la familia Gómez y lo administraba Rafael Octavio Gómez. Luego se fundaron los cines Olimpia, Triples (provisto como lo indica el nombre de tres cómodas salas ubicado en el famoso malecón, en aquel entonces) y Dobles.

La historia del Cine Lido, viene después de que la familia Gómez alquile el inmueble sin saber que se le iba a especializar de esa forma… y la historia fue otra,  la sala se especializo en películas eróticas (lo que hoy conocemos como porno), la cual en tiempos atrás  la juventud la visitaba en una especie de excursiones colectivas de bachilleres en búsqueda de aliviar su fiebre de adolescencia.

Comenta José R. García: Era sumamente irónico y divertido, ver que el cine Lido en la Semana Santa, hacía un paro con relación a sus proyecciones libidinosas y como si se tratase de un exorcismo ponían en cartelera algo así como “Los Diez Mandamientos”. En esos tiempos para esa semana no había muchos estrenos. Los propietarios de salas le seguían la regla a la cuaresma y como culto a dicha tradición religiosa reestrenaban o simplemente ponían en cartelera, clásicos del cine épico o religioso, los cuales no se cansaban de ver según García.

Hoy en dia el sigue manteniendo sus puertas abiertas, a todo un público discreto.
 POR: Elisa Matias.

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